YACIMIENTO CASAS DEL TURUÑUELO

El yacimiento de Casas del Turuñuelo se localiza en la comarca de las Vegas Altas del Guadiana, próximo a la desembocadura del río Búrdalo, lo que nos lleva a pensar que sería el encargado de controlar un extenso territorio. Aunque el yacimiento era conocido con anterioridad y había sido incluido en diversas publicaciones (una recopilación en Rodríguez González, 2018: 227), las excavaciones arqueológicas se iniciaron en el año 2014, momento en el que se llevaron a cabo la limpieza de varios perfiles y la ejecución de un primer sondeo cuyo objetivo era conocer la potencia arqueológica del enclave y el arco cronológico en el que se insertaba la ocupación.

La importancia de los restos recuperados nos llevó a plantear desde el Instituto de Arqueología (CSIC – Junta de Extremadura), la creación de un equipo de trabajo, al que no han dejado de sumarse especialistas de diferentes disciplinas, con el objetivo de emprender un estudio sistemático y completo del enclave. Este planteamiento quedó materializado en la concesión de los Proyectos del Plan Nacional I+D+i: Construyendo Tarteso: análisis espacial, constructivo y territorial de un modelo arquitectónico en el valle medio del Guadiana, así como Construyendo Tarteso 2.0,  y en la creación de la plataforma: Tarteso en Comunidad, a través de la cual tenemos como objetivo acercar la investigación sobre Tarteso a la sociedad.

Desde el año 2015 se han sucedido tres campañas de excavación que nos han permitido sacar a la luz parte de un majestuoso edificio construido en tierra que conserva en pie sus dos plantas constructivas, lo que lo convierten en un ejemplo único de la arquitectura protohistórica del suroeste peninsular .Así, aunque apenas se lleva excavado un 20% de la superficie total del túmulo, ya conocemos tres de las estancias que se localizan en la parte superior del edificio y un enorme patio localizado en la parte inferior.

La estancia 100 es hasta la fecha la habitación de mayores dimensiones, pues alcanza los 70m2 de superficie (Rodríguez González y Celestino, 2017). Entre los materiales recuperados durante su excavación destaca la presencia de un altar o emblema en forma de piel de toro en el centro de la estancia, así como una bañera/sarcófago en el extremo este de la misma, adosado al muro sur. Entre sus materiales se pudo recuperar un amplio conjunto de platos y cuencos, así como las cuatro placas de hueso y marfil que parece que decoraron una caja de madera hoy perdida (Rodríguez González y otros, e.p.).

A la estancia 100 se accede por un único punto ubicado al este que comunica la estancia con un vestíbulo. Del vestíbulo parten tres vanos de puerta más: uno localizado al sur que lo comunica con la denominada estancia del banquete, otro al norte que conecta con una estancia todavía en fase de excavación, y un tercero que da paso, a través de una escalinata monumental, al patio del edificio.