Recursos Religiosos – Ayuntamiento de Guareña
Guareña, 16 de mayo de 2024
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La iglesia de Santa María, el edificio más icónico de Guareña, se erige majestuosamente en la parte antigua y elevada de la localidad. Destaca por sus grandes proporciones que sobresalen sobre el caserío, visible desde cualquier entrada al pueblo. Comienza su construcción en 1557, siendo obispo de la diócesis de Plasencia don Gutiérrez Vargas de Carvajal, las obras no terminarán hasta 1700 con el recrecimiento final de los dos cuerpos y cúpula de la torre, como consta grabado en una de las ventanas de la misma.

Desde el exterior, su estilo renacentista con toques góticos y platerescos se aprecia en la sillería de granito y la mampostería. La torre de cuatro cuerpos alcanza una altura máxima de 32 metros. La construcción tuvo interrupciones y reformas a lo largo de los años, siendo finalizada en 1700.

En el interior, la nave central al estilo Reyes Católicos destaca por su amplitud, con columnas jónicas y capillas a ambos lados. El pavimento de mármol blanco y negro forma una labor geométrica. Las cubiertas muestran casetones renacentistas, bóvedas apuntadas y una magnífica crucería gótica. Destaca su retablo mayor que fue diseñado por Diego López Cabrera y realizado en los talleres de Sarriá desde 1945-49 y decorado con las 12 imágenes en lienzo de los 12 apóstoles que pintó Juan Palencia Cortés, vecinos los dos de Guareña. Sucede esto tras haber sido destruido casi por completo el anterior retablo del S.XVII a comienzos de la Guerra Civil española. El templo alberga valiosas reliquias, incluida una custodia barroca de Lima, Perú.

A pesar de desafíos como el desplome de la bóveda del coro en 1900, la iglesia de Santa María sigue siendo un símbolo sagrado y cultural en Guareña, consagrado nuevamente en 1917 con el apoyo de la comunidad. Fue declarada Bien de Interés Cultural en 1990

La iglesia de San Gregorio, inicialmente construida como ermita y posteriormente convertida en parroquia en 1896, está dedicada a San Gregorio de Ostia, antiguo patrón de los labradores. Este edificio del siglo XVIII cuenta con un atrio porticado, caracterizado por una triple arcada sostenida por columnas de capiteles visigóticos y granito, enmarcadas en alfiz, junto con una espadaña flanqueada por un cornisamento con volutas barrocas. Su ubicación se encuentra en la remodelada plaza conocida como “El Santo”, donde se destaca el busto en honor a Don Juan Durán Palomares.

En su acogedor interior, resalta un retablo barroco procedente del antiguo convento de las Dominicas en la Plaza Vieja. Este lugar es el punto de partida de nuestra Semana Santa, marcado por la procesión de imágenes veneradas en la localidad, como el Cristo del Silencio y María Santísima de la Amargura.

La Capilla del centenario colegio Nuestra Señora de los Dolores, erigida por Santiago Palmero y bendecida por el Arcipreste nativo de Guareña, D. Prudencio González Parra, presenta un estilo neogótico. Caracterizada por una única nave con arcos de medio punto, la capilla está adornada con un retablo neogótico que destaca por la presencia central de la imagen de Nuestra Señora de los Dolores.

La ermita dedicada a San Isidro, el patrono de los labradores, se encuentra ubicada en el pantano San Roque, siendo el lugar donde se rinde veneración al santo y se lleva a cabo una tradicional romería en su honor cada 15 de mayo.

El Ayuntamiento cedió el terreno para su construcción en 1984, y desde entonces, ha experimentado diversas reformas y mejoras para presentar un edificio sencillo, amplio y luminoso. Destaca por contar con un porche porticado a ambos lados, una rampa lateral y una escalinata de acceso en el centro.

A finales de los años 60, la parroquia de San Gregorio montó un servicio para atender mejor a la formación religiosa de unos de los más típicos y alejados barrios de la feligresía. Se aprovechó un antiguo y viejo caserón que fue propiedad de la Iglesia.

Allí, con esfuerzo y la ilusión de los mismos vecinos labradores, se pensó en que fuera San Isidro la imagen que la presidiera. Se hicieron gestiones ante la Hermandad Sindical de esta localidad y ésta donó la imagen del Santo que hoy allí se venera.

Este fue el Colegio de Beatas de Nuestra Señora de la Encarnación, vinculado a la Tercera Orden de Nuestro Padre Santo Domingo. Fundado en el siglo XVIII por el obispo Fray Lasso de la Vega con la colaboración de Dª Antonia de Campos, se construyó sobre casas adquiridas en la Plaza Vieja, como se detalla en un documento de 1750. Posteriormente, fue vendido durante la desamortización del Estado. En la actualidad, es propiedad privada y únicamente conserva la portada de cantería granítica con el destacado escudo episcopal de su fundador.
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